viernes, 22 de abril de 2011

THE ROOM



Nadie sabía con certeza cuál seria el desenlace de aquella fatídica noche. Pero todos sin excepción conocían la solución al problema... La cuestión residía en quién tenía las agallas suficientes para llevarlo a cabo.

Algunos sentados con la espalda contra la pared, otros sentados al pie de la cama, unos apoyados en el marco de la puerta. El ventilador del techo giraba exhausto. Todos esperaban impacientes. Unos labios apuran un cigarro ya casi fallecido. Todos esperaban... pero sólo uno conocía el secreto. Uno, el único que sonreía para sus adentros. Un secreto que una vez descubierto podría cambiar el rumbo de sus monótonas vidas.


EL CONSTRUCTOR

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