lunes, 30 de mayo de 2011

ALL WILL ARRIVE


Esto no es el final. Todavía queda trabajo por hacer, venderé las nubes y compraré algún rayo de sol... y puede que te los regale, pero me lo pensaré. Pasa gente, 90-60-90... en cada pierna, niños llevando un Ferrari de Micromachine. Quiero ser actor, pienso. O tal vez pintor para poder escribir en pintura tu rostro que mira con gracia los pequeños detalles de la vida... Es primavera, pero tú ya as florecido. Hablamos de verdades sin saber muy bien cómo decirlas. Qué sencillo es el mundo y también nuestras palabras.

Resultó ser extrañamente recíproco, y acabé callendo rendido a la humildad y a la vida de una mañana cualquiera de mayo. Lucía una sonrisa y unas brillantes zapatillas sucias.


EL CONSTRUCTOR 2.0

domingo, 29 de mayo de 2011

SLEEPING LOVE



Decían que se oían campanitas cuando ocurría, cuando te dabas cuenta de que era para ti. Pero yo no escuché campanitas, escuché un piano mientras miraba unas estrellas que me guiñaban en señal de aprobación. Bueno, pues ni aun así decidi dar el paso. Tal vez porque no quería joder nada, tal vez porque no estaba seguro de la reciprocidad del sentimiento, tal vez porque la duda mata... Nunca se está seguro a pesar de haber recibido mil señales a favor. ¿Cuánto más tendré que esperar? Dulces palabras que salen de su boca mezclándose con el azúcar del viento, unos ojos marrones como la tierra que da la vida, una sonrisa que me dice que... buf ¡ya no sé ni lo que dice! Letra a letra, palabra a palabra, frase a frase... me va enamorando, me enamora su sencillez y la sinceridad de su mirada. Ojos que como el fuego, atrapan el aire de mis pulmones. Qué grande eres.

Ligeras notas de un piano, bendita sea la humildad de lo sencillo. ¿Por qué algo tan sencillo esconde algo tan complejo como el amor? Dime anciano ¿despertarás ya en su interior?

EL CONSTRUCTOR 2.0

jueves, 26 de mayo de 2011

EL ÚNICO TIEMPO


Me suelo reir, pero no por saber cómo acabará todo esto, lo hago porque no sé cómo acabará... Me dijeron que hay 3 modos de vivir. Vivir el pasado recordando una y otra vez aquello que hiciste mal, vivir el futuro agobiado por el dónde acabaré, qué seré o cómo lo haré... y otra vivir el presente sin darle importancia al cómo pasó ni al cómo pasará. Me enseñaron a mirar al problema a los ojos cuando llega. Me dijeron que luchar contra los problemas del pasado era como apuñalar por la espalda y que luchar contra los del futuro era huir del destino. La lección acabó con una sencilla frase:
"Correr no es de cobardes, todo depende de hacia dónde corras". En cuanto llegue el problema mírale a los ojos, levanta la cabeza, no muestres debilidad... sonríe y ataca, porque ese será tu momento.

EL CONSTRUCTOR 2.0

jueves, 19 de mayo de 2011

UN FINAL PARA TODOS



Toda vida, todo momento, toda experiencia vivida tiene un final... y generalmente cuando menos te lo esperas. A veces es triste, a veces alegre... pero siempre hay un final. Y así fue, sin excepciones, pasó como tenía que pasar. Las hojas dijeron adiós al árbol, el viento se despidió de los molinos y el agua lloró al observar el rio alejarse... yo me quedé sentado observando cómo la señora del quinto gritaba intentando convencer al vecino de que la ropa de su patio no era suya y que estaba harta de recoger pinzas ajenas. Fuera del portal una sirena sonaba avisando de que un cadaver cruzaba la calle a toda prisa para poder prestar los órganos a un niño de 11 años. Todo tiene un final. La señora del quinto no convenció ni a su vecino ni a su canario amarillo (que tanto daba el coñazo durante la discursión). El cadaver llegó al hospital, pero tarde, de modo que el niño y él pudieron andar juntos por primera vez en su vida... perdón, en su muerte. Y respecto a mí, qué decir, allí me quedé observando con cierta pena la situación del barrio, en concreto del bloque de vecinos, donde me autonombré presidente ejecutivo y manager de las escaleras.


EL CONSTRUCTOR 2.0

martes, 17 de mayo de 2011

LOS QUE VIVEN

Quise abrazarle, pero algo me lo impidió. Tal vez fue un corazón incompleto con miedo vivir, o quizás fui yo temiendo destruir sin querer otra vida más... Pero fue bonito. Podría haberme pasado horas allí sentado, seguramente me hubiese dormido, pero no por aburrimiento, sino porque esa voz calma a las bestias.
 Mientras, un ciervo pasta, un pavo pavea, y... un pato... hace un ruido raro.

Durante la vida, uno se encuentra a tres tipos de personas:

Los que viven en la burbuja... Personas que miran a la muerte como algo lejano y ajeno. Tienden a ser la inmensa mayoría. Suelen tender a mirar a los demás por encima del hombro y no son conscientes de los problemas reales de la gente. Ríen las desgracias ajenas y sus mayores preocupaciones son el dinero, la ropa, y el cómo le miren. Una minoría conoce la existencia del mundo real que se encuentra fuera de la burbuja, pero no quieren abandonar la opulencia, la seguridad y la comodidad de sus monótonas vidas.

Los de fuera de la burbuja: Desconozco si son muchos o pocos. Son los que tienen horas de calle en sus espaldas. Entienden a la perfección el mecanismo del mundo y por eso sufren. Su visión del mundo es completamente diferente. Ven la muerte como algo pasajero y cercano, suelen abrazarla todos los días y están orgullosos de ellos. Se tragan sus problemas y luchan día a día. Fuman y apuran sus colillas al máximo.
Temen acercarse a la gente desconocida porque hace tiempo fueron excluidos de la sociedad debido a que el mundo es más rosa sin ellos. Viven con dolor y alegría. Su sufrimiento es terrible, pero son felices por ello. Su único miedo es no morir por los demás y son las personas que más saben apreciar una sonrisa.

Los que comprenden: Gente con una enorme capacidad de amar, desinteresados y terriblemente sensibles. Capaces de pasarse noches llorando por alguien. Y son así porque conocen a gente de fuera de la burbuja. Gracias a ellos, los de fuera de la burbuja pueden sonreir. Un ejemplo eres tú.


Para tí.

EL CONSTRUCTOR 2.0

miércoles, 11 de mayo de 2011

EL ÚLTIMO


Noche cerrada. La lluvia cae, el suelo se moja, gota tras gota mi abrigo pesa más. Mi respiración es lenta, el bao sale de mi boca hasta fusionarse con el aire. Paso a paso, charco tras charco, bajo la tenue luz de las farolas. Noche cerrada, noche de lluvia, noche para terminar lo empezado. He pasado demasiado tiempo sufriendo y es hora de acabar con esto. Saco el arma que guardo bajo el abrigo. Ya no hay vuelta atrás. El miedo ha pasado a la historia. Ahora mis ideales marcan el ritmo de mis pulsaciones. Mi razón controla mis pasos. 
Mi paso es decidido, no me importa que llueva, que haga frío, porque sé que la puntería está en mi cabeza, no en mis ojos. Ya no los necesito para ver. No necesito oídos para oír. Tampoco manos para tocar. Están delante, y mis pulsaciones ni se han inmutado, sigo andando mientras levanto mi arma. Se moja, pero las gotas no harán mella en su función. Lo sé por experiencia. Ellos son conscientes de mi presencia, conscientes del peligro al que se enfrentan, conscientes de que pronto dejarán de respirar, de que todo lo demás ya da igual, saben que ya es su hora, saben que serán castigados por hacer el mal, que este momento es merecido por su actos, el mero hecho de pensarlo les hiela la sangre, lo que les impide reaccionar. Los disparos son certeros, uno tras otro, mis oídos no los escuchan, mis ojos no ven el impacto, pero aun así sé que he dado en el blanco. Caen, caen lentamente, la sangre, como pequeños y raquíticos rios, se funde con el agua del asfalto. Mi arma humea, 13 disparos, 13 aciertos, una sonrisa.

Miro al cielo, las gotas golpean mi piel, se deslizan siguiendo la línea de mis facciones. He estado esperando este momento mucho tiempo. La justicia se ha impuesto sobre el mal. Ha llegado el final de una vida esclava, ha llegado el comienzo de una vida libre. Ya no habrá ojos clavados en mi nuca. Ya no habrá más muertes ni llantos. Ahora todo ha acabado. Pienso en mi padre, en mi madre, en mis hermanos. El aire huele a pólvora, huele a victoria, huele a libertad. Anhelado momento el que siento. Que caiga la lluvia, que suenen sirenas, río por dentro.
Adelante, comencemos una nueva vida, una vida libre.


EL CONSTRUCTOR 2.0

sábado, 7 de mayo de 2011

ETA Y BILDU, LA MISMA CARA DE LA MONEDA

"Miguel, amigo mío, no te preocupes, haremos justicia".



Asesinos hijos de puta... habéis venido aquí sólo para seguir haciendo lo de siempre, extorsionar, asesinar... lo habéis conseguido gracias a un puñado de malnacidos.
ETA es Bildu, Bildu es ETA. Joder, ¿por qué tras años de lucha, sacrificio, sangre y muerte seguís aquí tocando las pelotas? ¿No tenéis ya suficiente con haber arrebatado el padre, la madre o los hijos a más de mil personas en éste país? ¿No estáis hasta la polla de romper y destrozar vidas ajenas? Malditos hijos de puta vosotros y aquellos que os permitieron llegar a nuestras urnas y ayuntamientos. 6 ineptos y desalmados jueces decidieron aprobaros teniendo en cuenta sólo vuestro testimonio, ese que decía que no teníais nada que ver con ETA... pero no quisieron ver la otra cara de la moneda, esa cara que nos recuerda a la cara de nuestros padres asesinados, a nuestros hermanos mutilados... esa cara que muestra informes policiales donde claramente se recogían las pruebas que relacionaban ETA y BILDU de manera directa...

Os diré algo malditos asesinos de mierda: a mí aún me quedaban esperanzas en un estado de justicia, en un país que aplicase la justicia como es debido y sin intereses políticos... pero la acabo de perder. Es hora de aplicar la justicia real, la justicia que os merecéis.
Como decía Karl von Clausewitz: "un ejército no es derrotado hasta que es desarmado".

Pues escuchad malditos bastardos, se os ha acabado el tiempo y no tendré piedad, vamos a ir a por vostros con sangre fría y corazón caliente, preparaos porque acabaremos con vosotros por las buenas o por las malas, me da igual cómo y tened por seguro que las únicas lágrimas que derramaré serán al final, cuando seais derrotados y yo llore de felicidad recordando a mi padre, recordando a mi madre, recordando que su muerte no fue en vano. Viva la libertad y la justicia.

EL CONSTRUCTOR 2.0

domingo, 1 de mayo de 2011

TWENTY YEARS



He estado escapando durante muchos años por un camino que ya no puedo recordar. Han sido tantos años de confusión...

No lo vi. No lo vio. No lo vieron. He muerto para nacer de nuevo y vivir para siempre, pero con el eterno miedo de volver a caer. Posiblemente en mi mente ya no quede nada de aquel niño que soñó con volar. Tantas mañanas rotas me han hecho ver que el mundo no es rosa y que cuando sufrimos, siempre es por una razón. La razón de ser mejores, la razón de amar, de querer ser libre, de morir y volver a nacer cuando sea naecesario... De reconocer, afrontar... y salir adelante.

EL CONSTRUCTOR