lunes, 11 de abril de 2011

THE LAST CALL



Me encontré a un viejo amigo hace tiempo. Acababa de regresar de la guerra. Caminaba tranquilo, sin rumbo aparante, era una tarde de junio. Al gritar su nombre, se dio la vuelta y con las manos en los bolsillos me miro a los ojos y sonrió. Comenzamos a pasear juntos y charlamos durante horas en un banco de la vuelta del castillo. Hablamos sobre cómo eran las cosas allá, en la guerra. Le dije que tenía miedo a aceptar mi vocación. Recuerdo aún sus palabras que quedaron grabadas a fuego en mi memoria; "Tal vez la gente no entienda lo que llevamos dentro, tal vez el porqué de nuestros actos sólo Dios lo entiende. Llevamos un tesoro dentro de nosotros Javi. Algo dentro de nuestros corazones que nos hace luchar, nos hace combatir, sacrificarnos y dar la vida, asúmelo, no intentes entenderlo... no tengas miedo".

Entendí muchas cosas que antes no alcanzaba a comprender, descubrí una razón para continuar, una razón para llevar a cabo lo que en mi interior latía con fuerza. Descubrí que es en la brecha donde los humanos tenemos dos opciones, asumir o caer. Tenía por seguro, y hoy en día lo sigo teniendo, que no debía rechazar la llamada de mi vocación. Eramos dos soldados hablando sobre la vida, uno le explicaba al otro el porqué de la muerte, y yo, mediante la muerte, comprendí la vida.

Para tí, soldado. Porque por tí, me descubrí.

EL CONSTRUCTOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario