domingo, 10 de abril de 2011

HAY MÉRITO

Puedes sentarte en un banco y esperar a ser como aquel, como aquella, esperar a tener ese supuesto don con el que nacieron. Sacan dieces sin estudiar, memorizan en segundos, son los mejores jugando al fútbol y al ajedrez, son apuestos y su sonrisa es perfecta, tienen dinero (o lo reciben de papá y mamá), son geniales, tienen don de gentes... bla bla bla bla, palabrejas. Pero lo suyo no es un don, es una maldición.

Maldices el hecho de haber sido mal parido... pero te equivocas, tu don es mucho mayor que el suyo, porque has nacido para luchar, para vencer, para morir como un guerrero. Has nacido para superar sus patéticas espectativas, has nacido para darles ejemplo de superación, de ansia por vivir, por mejorar.

Un gran talento te ha sido entregado, no lo entierres. Sal ahí y demuestra lo que vales.


EL CONSTRUCTOR

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