miércoles, 11 de mayo de 2011

EL ÚLTIMO


Noche cerrada. La lluvia cae, el suelo se moja, gota tras gota mi abrigo pesa más. Mi respiración es lenta, el bao sale de mi boca hasta fusionarse con el aire. Paso a paso, charco tras charco, bajo la tenue luz de las farolas. Noche cerrada, noche de lluvia, noche para terminar lo empezado. He pasado demasiado tiempo sufriendo y es hora de acabar con esto. Saco el arma que guardo bajo el abrigo. Ya no hay vuelta atrás. El miedo ha pasado a la historia. Ahora mis ideales marcan el ritmo de mis pulsaciones. Mi razón controla mis pasos. 
Mi paso es decidido, no me importa que llueva, que haga frío, porque sé que la puntería está en mi cabeza, no en mis ojos. Ya no los necesito para ver. No necesito oídos para oír. Tampoco manos para tocar. Están delante, y mis pulsaciones ni se han inmutado, sigo andando mientras levanto mi arma. Se moja, pero las gotas no harán mella en su función. Lo sé por experiencia. Ellos son conscientes de mi presencia, conscientes del peligro al que se enfrentan, conscientes de que pronto dejarán de respirar, de que todo lo demás ya da igual, saben que ya es su hora, saben que serán castigados por hacer el mal, que este momento es merecido por su actos, el mero hecho de pensarlo les hiela la sangre, lo que les impide reaccionar. Los disparos son certeros, uno tras otro, mis oídos no los escuchan, mis ojos no ven el impacto, pero aun así sé que he dado en el blanco. Caen, caen lentamente, la sangre, como pequeños y raquíticos rios, se funde con el agua del asfalto. Mi arma humea, 13 disparos, 13 aciertos, una sonrisa.

Miro al cielo, las gotas golpean mi piel, se deslizan siguiendo la línea de mis facciones. He estado esperando este momento mucho tiempo. La justicia se ha impuesto sobre el mal. Ha llegado el final de una vida esclava, ha llegado el comienzo de una vida libre. Ya no habrá ojos clavados en mi nuca. Ya no habrá más muertes ni llantos. Ahora todo ha acabado. Pienso en mi padre, en mi madre, en mis hermanos. El aire huele a pólvora, huele a victoria, huele a libertad. Anhelado momento el que siento. Que caiga la lluvia, que suenen sirenas, río por dentro.
Adelante, comencemos una nueva vida, una vida libre.


EL CONSTRUCTOR 2.0

1 comentario:

  1. incomparable con el resto,no exite rankin para esta entrada ("esta muy fuera" =D )

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