Perderse en el caos y cerrar los ojos es un psicodélico placer. Sentir cómo mil notas invaden tu alma, sentir una euforía incontenible que desborda tu imaginación, reir por dentro a más no poder, tu corazón latiendo hasta su límite. La emoción hace que no dudes en saltar de lo racional a lo increíble... un salto sin escalas. Notas tus latidos marcar el ritmo de un sinfín de sentimientos incontrolables. La música del caos... ¡Vamos! ¡Grita! ¡Deja que el caos te controle! ¡Salta!... y llega un momento sublime en el que piensas "Joder, el mundo es mío".
EL CONSTRUCTOR
¿Y qué sucede cuando regresa el orden?
ResponderEliminarNos gustaría invitarte a participar en nuestro nuevo concurso literario.
http://editorialam.blogspot.com/2011/01/i-concurso-relatos-enmascarados.html
Enhorabuena por el blog, no dejes de escribir.
...¿quién dice que el orden vaya a regresar?... Muchas gracias por la invitación al concurso, pero sólo escribo temas libres.
ResponderEliminarEL CONSTRUCTOR
tipicos momentos adictivos. y eske una vez que ves que puees comerte el mundo es un pecado olvidarlo. buenisima!
ResponderEliminarciertísimo mery!
ResponderEliminarNo lo dice nadie o, quizás, todo el mundo. Sin embargo, el caos, por definición, es inestable. Antes o después, el orden amenaza con regresar. ¿Qué sucederá entonces?
ResponderEliminarGracias a ti por seguir escribiendo.
Supongo que lo de siempre, rutina, clases... la vida normal. El caos llega cuando decides tirarte de un puente con una soga atada a los tobillo, o saltar de un avión... es ese sentimiento, el mismo que sentimos pudiendo estar en el sofá de casa escuchando una canción que sólo con cerrar los ojos nos hace volar. Cuando llega el orden anhelamos el caos.
ResponderEliminar:) Nos aburriremos, ¿no?
ResponderEliminarTienes razón, se puede saltar al vacío desde el sofá de casa, simplemente con cerrar los ojos.
¡¡Muy cierto!!
ResponderEliminarDe nuevo, gracias por la invitación.